La auditoria legal o “due diligence”, se refiere al proceso de investigación sobre los distintos aspectos legales, previa adquisición de un inmueble.

La auditoria legal tiene importantes ventajas tanto para el que compra (adquirente) como para el que vende (transmitente). Respecto al adquirente, la auditoria le permite identificar problemas de índole jurídica de un inmueble, proporcionándole una herramienta practica para gestionarlos. En lo que al transmitente se refiere, la auditoria legal le permite conocer mejor su inmueble para facilitar su venta y maximizar su valor de venta.

Habitualmente, el proceso de auditoria legal versa sobre los siguientes aspectos:

– Situación jurídico registral y títulos de propiedad.
– Cargas y gravámenes.
– Derechos preferentes y opciones de compra.
– Propiedad horizontal.
– Arrendatarios.
– Aspectos urbanísticos.
– Seguros.
– Contratos de construcción.
– Servicios y suministros.
– Aspectos fiscales.
– Aspectos litigiosos.

En definitiva, antes de invertir en un activo inmobiliario (viviendas, solares, parcelas, etc.), conviene tener un informe jurídico que detalle los aspectos mencionados y las posibles soluciones de las contingencias detectadas a la hora de cerrar una transacción.

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